En Fabricaciones Militares suspenden la construcción de mil vagones ferroviarios

Se trata de 1050 unidades pedidas por la división Cargas y Logística Ferrocarriles Argentinos a la empresa estatal durante la gestión K, de las cuales 115 debían entregarse este año.

La Fabrica Militar de Río Tercero (FM), se encuentra ante una situación difícil, luego de que la Dirección General de Fabricaciones Militares, dependiente del Ministerio de Defensa, decidiera suspender todos los proyectos relacionados con el desarrollo de material rodante nacional para transporte ferroviario de cargas.

Esto pone en jaque la continuidad del contrato por 1050 vagones pedidos por la división Cargas y Logística Ferrocarriles Argentinos a la empresa estatal, de los cuales 115 debían entregarse este año.

La cancelación de estos proyectos se deriva luego de los despidos realizados en la sede central, decididos por Héctor Lostri, interventor de FM y secretario de Investigación, Desarrollo y Producción para la Defensa, quien con esta decisión aplica un duro golpe a las aspiraciones de esa ciudad cordobesa, y que algunos entienden como un proceso de “desindustrialización”.

Una de las áreas alcanzadas por los despidos fue Planeamiento y Control de Gestión, de donde dependía “la oficina de Desarrollo de Producto que fue la encargada del diseño de los vagones de carga”, explicó Sebastián Kersner, ex responsable de Nuevos Proyectos a un medio especializado en temas ferroviarios. Esa oficina “fue desarticulada por completo: fueron despedidos todos los ingenieros mecánicos y cadistas que se desempeñaban en la misma”, afirmó.
Los proyectos de FM se centraban en la producción de tres modelos de vagón de carga: tolva granero, portacontenedores y espina portacontenedores de trocha angosta, media y ancha. Esto se complementaba con la llegada de material rodante chino. Asimismo, se estaban desarrollando “proyectos asociados al aumento de la integración nacional, como la producción de bogies propios, ruedas y equipos de freno”.

Esta situación, planteada por los despidos, se suma a “la paralización del ingreso de trabajadores que debían integrarse a la línea de producción” para responder a la necesidad de producción. “Esta línea cuenta con capacidad para producir tres vagones diarios trabajando en dos turnos, y conllevó de una inversión de $270 millones”, afirma Kersner.

Por otra parte, Candelaria Laspeñas, antecesora de Kersner señaló que: “Fabricar vagones de carga en la Argentina implica más que la producción misma. El impacto económico directo: ahorro en la balanza comercial, generación de empleo local, movilización de toda la cadena de valor –desde empresas metalúrgicas grandes hasta talleres pyme proveedores de determinados componentes–”. Pero por otro lado, añade, tenía “toda la implicancia desde lo simbólico y estratégico: desarrollo de ingeniería hecho en Argentina e inversión en el sistema de transporte ferroviario de carga, con el impacto que tiene esto en los costos logísticos de nuestras cosechas”, indicó.